Chikungunya 2015: Lo que el gobierno se calló.

Foto: Trabajadores del departamento de vectores de la Secretaría de Salud marcharon el 24 de octubre para exigir 63 plazas de base, actualmente suman más de 80 días en paro de labores.

HB Noticias.

por: Héctor Briseño.

Acapulco, Gro., (31/dic/2015). Los gobiernos estatal y federal ocultaron cifras de los casos de chikungunya en Guerrero durante 2015 y han omitido información en referencia a las secuelas del padecimiento, ocasionado por el piquete del mosco Aedes aegypti.
De acuerdo a una solicitud de acceso a la información realizada ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la dependencia informó que su delegación en Guerrero emitió 42 mil 998 certificados de incapacidad temporal para el trabajo, entre enero y septiembre de 2015, por diagnóstico de chikungunya, lo que representa una tercera parte de la población trabajadora permanente asegurada por empresas en la entidad, compuesta en promedio por 120 mil personas.
Mientras que la Dirección de Epidemiología de la Secretaría de Salud (Ssa) federal, reportaba hasta el 21 de noviembre de 2015, mil 658 casos confirmados en Guerrero, siendo éstas las cifras utilizadas en discursos oficiales, y que mantuvo a la entidad como primer sitio a nivel nacional, hasta el último reporte emitido, el 12 de diciembre, donde Guerrero aparece con mil 672 casos y Veracruz con 1939.
Funcionarios insistieron que la chikungunya no ha provocado fallecimientos en el país, lo real es que los ocasiona de forma indirecta, además que existe escasa o nula información en referencia a las secuelas, sufridas por pacientes incluso meses después de contraer la enfermedad.
Saúl López Silva, investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), recalca que la respuesta del sector salud no fue suficiente para contener la enfermedad.
Subrayó que basta multiplicar los más de 40 mil trabajadores incapacitados por el IMSS por al menos tres días de inactividad, de lo que resulta 120 mil días hombre perdidos.
Criticó que desde la primera semana de enero de 2015 se tenía confirmada la presencia molecular del chikungunya en Juchitán, en la Costa Chica de Guerrero, “pero se lo callaron hasta febrero y marzo”.
Reveló que docentes de la Uagro aplicaron una encuesta entre más de 2 mil 100 respondientes, que incluyó a poco más de 9 mil personas -pues toma en cuenta núcleos familiares-, y la tasa de auto reporte fue de 51 por ciento.
López Silva manifestó que “la fuerza estadística te hace pensar que en Acapulco más de 500 mil personas sufrieron en algún momento esta enfermedad, si se toma en cuenta que en el puerto habitan casi un millón de habitantes”.
Alertó que las muertes asociadas con la chikungunya no pueden ser minimizadas, además de que existen muchas personas que se atendieron con médicos particulares o curanderos.
“Evidentemente hay un número importante de fallecimientos, se requiere un abordaje metodológico serio, se trata de una infección que desencadena una serie de complicaciones, que lleva a la falla múltiple y a la muerte. No es la causa primaria pero sí el factor desencadenante”, e indicó que el porcentaje de personas que desarrollan afecciones reumáticas crónicas por la chikungunya “es altísimo”.

La fiebre que cierra carreteras.
La chikungunya se mimetizó con la sociedad guerrerense.
El piquete del Aedes aegypti afectó todos los estratos, jóvenes profesionistas, dirigentes sindicales, deportistas, personas de la tercera edad y líderes sociales.
Un factor para su expansión, específicamente en Acapulco, es la falta de agua, pues pobladores almacenan líquido en tanques, aunado al clima tropical, condición ideal para la reproducción de larvas del mosco.
Además la inseguridad provocó que residentes del puerto impidan el paso a abatizadores a sus hogares.
La inacción de la autoridad llegó a tal grado, que el pasado 22 de abril pobladores de la comunidad de San Luis la Loma, municipio de Tecpan de Galeana, en la región de Costa Grande, bloquearon la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo durante una hora, para exigir la presencia de autoridades de salud, ante los estragos del padecimiento exportado desde África.
El médico docente Raúl del Toro Arias, investigador del Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales, criticó que “para no alarmar a la población y al turismo, autoridades quisieron minimizar el problema diciendo que solamente había 16 casos en Costa Grande”.
Del Toro Arias estimó que los primeros cuatro meses de 2015, siete de cada 10 habitantes de San Luis San Pedro y San Luis La Loma, fueron contagiados de la enfermedad.
Los reproches se multiplicaron, luego que el paracetamol se terminó y autoridades negaron la cifra al no estar confirmados los casos por un laboratorio.
“A los médicos nos dijeron en una junta en Tecpan que teníamos que efectuar exámenes de laboratorio para un diagnóstico preciso, protestamos y mencionamos que costaban 400 pesos; el gobierno no tenía suficiente capacidad, estaba rebasada por la cantidad de enfermos”, señaló Del Toro, quien sostuvo que se registraron 17 muertes provocadas por la fiebre chikungunya en Santa Rosa, San Luis San Pedro y San Luis la Loma, de personas mayores de 70 años.
En cuanto al cierre de la carretera, Del Toro puntualizó que se logró conseguir una ambulancia para apoyo de enfermos, pero indicó que la fumigación solo se llevó a cabo en poblaciones con más de 4 mil habitantes, mientras que comunidades pequeñas no se fumigaron.

Una enfermedad de terror.
Susana Oviedo Bautista, dirigente de la organización no gubernamental Raíz Zubia, manifestó que “nuestra experiencia en Costa Grande fue dolorosa e indignante, padecimos la enfermedad y no se cumplieron los protocolos de atención”, los cuales calificó como “refritos” de documentos similares de países de América Latina, además que no se cumplen en la práctica en México.
Recalcó que en centros de salud de Atoyac de Álvarez, los médicos daban un diagnóstico como dengue u otra enfermedad, pues no conocían la chikungunya.
Advirtió que existe un subregistro y estimó que 70 por ciento de la población de Atoyac padeció la fiebre, y al menos siete personas murieron derivado de padecerla.
Susana Oviedo expresó que “es un terror esta enfermedad, las secuelas quedan de por vida. Hemos dado seguimiento a personas que la padecieron, refieren dolor en las articulaciones, sobre todo en las mañanas. Manos o pies se sienten gruesos y tienen recaídas”.

Al borde de la muerte.
Rodrigo Ramírez Justo, secretario general de la sección 112 de la Confederación de Trabajadores Mexicanos, recordó que “estuve al borde de la muerte, prácticamente en cama del 23 de marzo hasta principios de julio, a toda mi familia le dio chikungunya, pero yo sufrí más, se ablandan las circulaciones, te sube la temperatura, brotan granos tipo sarpullido”.
Señaló que “muchos compañeros atravesaron por este problema, es una situación delicada, la autoridad no le dio la importancia, el mosco nos descubre las debilidades orgánicas”, y advirtió que su expansión no ha sido controlada, además de que en regiones de Guerrero, como las costas, no existe información ni atención adecuada.
La entrenadora de spinning Martha Casas, de 29 años, sufrió un ataque demoledor.
Relató que “tuve fiebre de 40 grados durante cuatro días, dolor en articulaciones, dolor de cabeza, náuseas, vómito, falta de apetito, frío excesivo, aparición de manchas rojas en la piel, por el dolor no pude dormir tres días, sentía dolor fuerte en las rodillas, tobillos y muñecas”.
Y los síntomas continuaron: “sentía cansancio extremo, tenía dificultad para caminar y doblar cualquier extremidad, de pronto, todavía me duele de la muñeca derecha y el tobillo derecho”.

Una defensa enferma y burocrática.
La Ssa estatal se convirtió en una dependencia endeudada al paso de los años.
Hospitales saturados, infraestructura en mal estado, nóminas abultadas, dirigentes sindicales que negocian influencias con trabajadores de base, forman parte de la realidad del sector salud en la entidad.
El titular de la Ssa estatal, Carlos de la Peña Pintos, quien inició su gestión el pasado 27 de octubre, indicó la dependencia enfrenta un déficit de 5 mil millones de pesos y 3 mil 200 trabajadores sin techo presupuestal. Advierte que “estamos en un verdadero aprieto financiero”.
Rufino Silva Domínguez, director de Epidemiología de la Ssa estatal, sostuvo que el virus del chikungunya está siendo contenido, y señaló que su rápida expansión se debió a que “se trata de un virus nuevo, virgen”, contra el cual las personas no poseen defensas inmunológicas.
“Era imposible detener la chikungunya”, justificó Pablo Kuri, subsecretario de Salud federal, mientras que el director nacional del Programa de Enfermedades Transmitidas por Vectores, Gustavo Sánchez Tejeda, argumentó que “el estado de Guerrero, como todo el sur y sureste del país, siempre tiene un ambiente, un clima, muy favorable para la transmisión”.
Una nueva amenaza se cierne, el virus de la zika, que al cierre de este trabajo, ya había afectado a dos personas en México.

Antecedentes.
El primer caso en México se presentó en una mujer de 39 años dedicada al deporte, originaria de Tlajomulco de Zuñiga, Jalisco, quien después de viajar a las islas Santo Tomás, San Martín y San Kitss, en el Caribe, entre el 21 y 28 de mayo de 2014, presentó los síntomas a su regreso al país.
El 12 de junio de 2014 la Comisión Nacional para la Vigilancia Epidemiológica emitió un primer aviso a todas las unidades epidemiológicas del país.
Entre el 9 y 15 de noviembre se registran los primeros 14 casos en el país, en Chiapas; durante la tercera semana de diciembre se presentaron los primeros 11 casos en Guerrero.
Un pollero guatemalteco que pasó a saludar a su esposa en el municipio de Juchitán, en la región de Costa Chica, provocó el primer contagio, que fue traído a Acapulco por personas que viajaron para asistir a un velorio. De Acapulco la línea del contagio se fue hasta Zihuatanejo, en la región de Costa Grande.
Fue hasta el 30 de abril que el Centro Nacional de Prevención de Enfermedades emitió la Emergencia Epidemiológica EE-2-2015 para el estado de Guerrero, donde se hacía un llamado a autoridades estatales a instalar una sesión extraordinaria del comité estatal de seguridad en salud. El problema fue que el fenómeno del Mar de fondo azotó los primeros cinco días de mayo las costas guerrerenses, afectando 12 municipios costeros, debido a lo cual la Federación emitió una declaratoria de emergencia aparte.
No existen registros de tal sesión extraordinaria sino hasta el 11 de mayo en Acapulco, en la cual participaron autoridades de los tres niveles de gobierno.

 

Este trabajo también se publicó en http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2015/12/30/index.php?section=politica&article=006n1pol

 

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