Huellas de dolor en Coyuca de Benítez, 20 años después

Foto: Héctor Briseño. Cientos de personas marcharon para recordar la tragedia de Aguas Blancas.

HB Noticias.

Coyuca de Benítez, Gro., (28/06/2015). Unas mil personas marcharon en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, región de la Costa Grande, para recordar la masacre en que murieron 17 campesinos a manos de la policía motorizada del gobierno estatal, la mañana del 28 de junio de 1995, durante el mandato del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer.
“Hasta el último soplo de vida seguiremos exigiendo justicia”, expresó Hilario Mesino, dirigente fundador de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), quien además de la masacre de Aguas Blancas del 28 de junio de 1995, recordó que su hija Rocío Mesino Mesino, también dirigente de la OCSS, fue asesinada el 19 de octubre de 2013 en Mezcaltepec, municipio de Atoyac de Álvarez, mientras participaba en la reconstrucción de un puente destruido por la tormenta Manuel, frente a compañeros de su organización.
La mañana del 28 de junio de 1995, 17 campesinos murieron en una emboscada en el vado de Aguas Blancas, perpetrada por la policía motorizada estatal, quienes se dirigían a una protesta a Atoyac de Álvarez para exigir fertilizante.

“Nadie pisó la cárcel”.
Este domingo, tras caminar aproximadamente cinco kilómetros, a unos 38 grados centígrados, don Hilario Mesino se seca la frente con un pañuelo y se da tiempo de sonreír ante los padecimientos: “me acaba de dar la ckikungunya hace como un mes, pero llegué”.
Son las 11:30 de la mañana, bajo el toldo ubicado ante el altar erigido en honor a los 17 campesinos caídos hace 20 años, Hilario Mesino reflexionó: “estamos bien, pero con coraje por lo que está pasando. Vamos a seguir en la lucha”.
Señaló que “el gobierno le apuesta al desgaste. Estamos puestos hasta el último soplo de vida para exigir justicia”, y señaló que “no pensábamos que este día iba a venir mucha gente.
Manifestó pesar por lo ocurrido a los 43 estudiantes de Ayotzinapa, “por lo que le pasó a mi hija Rocío, por los que están presos de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias. No se vale que porque son luchadores sociales, la voz del pueblo, los acallen”.
Una de las viudas de Aguas Blancas, Ceferina Tacuba Abarca, de 73 años, esposa de Anacleto Ahuehueteco, quien falleció acribillado la mañana de hace 20 años, manifestó: “¿Qué puedo decir?, sí, nos dan una pensión, pero el dolor sigue, mi corazón está triste, ahora nadie me acompaña”.
Norma Mesino, Hermana de Rocío, quien participa en colectivos de defensa de los derechos de acceso a la salud de la mujer, manifestó: “tenemos muchos presos, desaparecidos y asesinados”.
Reprochó que “ningún funcionario de alto nivel pisó la cárcel, pero sí hubo persecución”.

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