“¿Cómo se atreven a pedirnos el voto?”, el reproche de una joven indígena.
HB Noticias.
Acapulco, Gro., (29/05/2015). “¿Cómo se atreven a pedirnos el voto?”, recriminó una joven indígena a autoridades estatales y electorales instantes después de finalizar la presentación de la activista guatemalteca Rigoberta Menchú Tum, en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Internacional Acapulco, como parte de sus actividades de promoción del voto y observadora electoral para las cuales la contrató el Instituto Nacional Electoral (INE).
Al grito de “hermana Rigoberta”, la joven Ana Yamileth Gatica Matías, de 27 años, originaria del municipio de Acatlán, subió al escenario y reprochó a autoridades la situación de inseguridad y de zozobra en el estado.
Ante la sorpresa generalizada, en un acto preparado con intervenciones a modo, y ante la presencia del gobernador Rogelio Ortega Martínez, la joven expresó: “Hermana Rigoberta, admiro su lucha y que esté aquí, disculpe la pregunta: ¿cómo puede ser señor gobernador que nos puedan llamar a votar?, ¿cómo los partidos políticos nos pueden pedir a los jóvenes, que somos el más numeroso índice de población, el voto?”.
La joven Ana Gatica señaló que del 26 de mayo de 2012 a la fecha hay 50 desaparecidos en su municipio, todos de ellos, jóvenes, y citó: “La primera, hija de mi prima, Gabriela Itzel Cortes Vázquez, de 15 años; y el último, Gilberto Abundis Sánchez, artista gráfico, de 30 años, lo levantaron cuando estaba regando las plantas afuera de su casa”, y añadió: “estudiaba en la Escuela Popular de Bellas Artes. Apareció el 30 de mayo, le quitaron la cabeza. Su cuerpo estaba en descomposición absoluta, lo reconocimos por un tatuaje en la espalda”.
Puntualizó que “tengo 27 años y me dedico a la promoción cultural desde los 14 con un colectivo en mi pueblo náhuatl”.
Y recalcó: “¿Cómo pueden pedir el voto en mi municipio si en una pared está escrito Miguel Cantorán, asesinaste a Ulisés Fabián?, sea mentira o sea verdad, no interesa , ya lo pone en duda, y eso es razón absoluta para no pedir mi voto”.
Ana Gatica subrayó: “Señora Rigoberta, la indignación y la rabia no se puede acabar, sé que usted lo entiende”.
Por último, la joven indígena señaló que “no podemos seguir pidiendo un minuto de silencio por los desaparecidos, porque pedir un minuto de silencio por cada desaparecido y por cada asesinado en nuestro país, en nuestro estado, es quedarnos callados eternamente”.
Al concluir el encuentro, la joven se reunió en privado con Rigoberta Menchú.