Maquillado y maltrecho, Acapulco recibe a Tianguis de espejismos.
Foto: Vista de la zona Diamante de Acapulco desde la colonia Lomas del Valle. (16/ago/2018)
HB Noticias
por: Héctor Briseño.
(Opinión)
Acapulco, Gro., (6/abr/2019). Este domingo 7 de abril inicia una edición más del Tianguis Turístico, que representa sin duda la edición de las quimeras, en un puerto que parece desangrarse mientras sus habitantes claman, ya no tanto porque sea frenada la violencia, a la cual se han acostumbrado, sino al menos por contar con los servicios básicos necesarios para subsistir.
Con una cifra que ronda los 160 asesinatos cometidos durante 2019, con una autoridad que niega los problemas y no es capaz de dotar de agua a las colonias populares, con sectores del municipio abandonados a su suerte, Acapulco es tal vez de forma inmerecida, sede de la feria más importante del turismo en México.
Mientras fuerzas de seguridad y brigadas de limpieza e imagen urbana, tanto del gobierno municipal como estatal, se enfocaron en dar lustre la zona Diamante de Acapulco, que parece así consolidar el proyecto de un exclusivo grupo empresarial para impulsar un nuevo municipio, ha quedado de manifiesto el rezago y abandono en que se encuentran las zonas Tradicional y Dorada.
No basta la recuperación de playa Manzanillo y el Paseo del Pescador, en el viejo puerto, si los hechos de violencia se continúan presentando en sitios sensibles para el turismo que no reúne los requisitos ni cuenta con recursos para hospedarse en la zona Diamante.
Autoridades estatales justificaron que la explosión de un coche bomba en Xaltianguis, el pasado miércoles en la zona rural, a 50 kilómetros del puerto de Acapulco, ocurrió en un sitio lejano, y que incluso actualmente hay más violencia en otras entidades del país.
Sin embargo, en las horas previas al Tianguis Turístico, claramente la violencia afectó a turistas.
Ya no se trata sólo de fallecimientos por sumersión, sino que las balas han alcanzado el principal mercado y fuente de ingresos de cientos de familias en Acapulco y Guerrero, representado por turistas nacionales.
Es pues el Tianguis Turístico de 2019, la feria del Acapulco maquillado y maltrecho que requiere atención urgente, y donde ni el gobierno federal ni el gobierno municipal, emanados del mismo partido político, han logrado consolidar una estrategia que garantice la seguridad de sus pobladores y los turistas, ya no se diga la limpieza de una bahía como Puerto Marqués, solo por mencionar un ejemplo.
Mucho trabajo están obligados a hacer actores de la denominada “cuarta transformación”, para cumplir en Acapulco la principal promesa de campaña a la que se aferran la mayoría de sus habitantes: terminar con las brechas de desigualdad entre áreas hoteleras exclusivas y colonias marginadas, y que la violencia deje de afectar a sus habitantes.
No bastan tampoco las justificaciones del gobierno estatal, al señalar que la violencia ha disminuido. Pues si bien es cierto que las cifras así lo reflejan, lo real es que en años pasados los efectos de la inseguridad alcanzaron elevados índices, por lo que ahora cualquier disminución es notoria, aunque la sociedad no lo percibe así debido los estragos que ocasiona.
Una de las premisas del gobierno estatal en la organización del Tianguis Turístico fue el involucramiento todos los sectores de Acapulco.
Pero a escasas horas de iniciar esta actividad, ha quedado de manifiesto que el Tianguis Turístico no es de Acapulco ni del acapulqueño común, sino de la zona Diamante del puerto, y que cualquier esfuerzo que se realice será en vano, si no sé garantizan las medidas de seguridad para cada habitante y turista, pues una vez que termine la feria, el maquillaje se desvanecerá y la realidad devolverá a Acapulco su rostro de siempre.