Lamentan en Revolcadero que el sol no salió para todos.

Fotos: Carlos Jiménez Yamamoto.

 

HB Deportes

 

Acapulco, Gro., (18/nov/2024). “El sol no salió para la playa Revolcadero”, lamentaron prestadores de servicios de la playa Revolcadero tras dos conciertos del cantante mexicano Luis Miguel el fin de semana en la Arena GNP, a unos mil metros del lugar.

Han pasado 50 días desde que se alejó el huracán John de Acapulco y la marea no cede, la franja de arena sigue bajo el agua, pues aunque la laguna bajó el fin de semana alrededor de 50 centímetros su nivel, según marcan las rocas, la intensidad sigue vigente en el oleaje del mar que choca salvaje en los cimientos del área de restaurantes, donde se hicieron nuevo socavones, y metros más adentro el agua salada se hace una sola corriente con la laguna negra de Puerto Marqués.

Concesionarios, meseros, maestros de surf, reprocharon que no hay un acercamiento por parte de autoridades de los tres órdenes de gobierno para perfilar el futuro inmediato y a largo plazo de la llamada única playa del pueblo en la zona Diamante de Acapulco.

“Es la única playa pública en toda esta área y no se sabe qué va a pasar”, expresó Julián, instructor de surf.

 

 

Prestadores de servicios advirtieron que no se trata de solucionar el problema con un censo, sino de un plan integral para el futuro de 200 familias que dependen directamente de este sector de la playa, sin mencionar a cientos de trabajadores y prestadores de servicios.

Ya son alrededor de dos meses, desde el 23 de septiembre pasado que comenzó a llover durante cinco días, que se comenzaron a resentir los primeros efectos de John, tiempo durante el cual los ingresos se fueron a ceros.

Actualmente algunas familias sobreviven de la venta de pescado o comidas típicas; algunos turistas se atreven a caminar hasta la zona de restaurantes, otros solo llegan a mirar el camino hecho con arena y vestigios del derrumbe que dejó la inundación, para después regresar a su autobús.

Desde tempranas horas aventureros se deslizan entre los rastros de lo que fue el área de parianes, restaurantes y el acceso a la franja de arena de Revolcadero en busca de pescar.

Lo único que se escucha mientras se camina entre la soledad de un pasillo colorido y solitario es el arrullo de la laguna negra de Puerto Marqués, producido por el ir y venir de las olas de mar, y más al fondo, donde la corriente choca con las escalinatas, como el sonido guardado en las caracolas traídas del mar.

Las puertas del restaurante Denisse permanecen cerradas, local recientemente rehabilitado tras la destrucción provocada por el huracán Otis el 25 de octubre de 2023, el cual luce desierto, al igual que decenas de establecimientos. No hay un solo comensal.

Hasta el momento autoridades de las secretarías de turismo y el Bienestar han visitado la zona, pero no existe ningún pronunciamiento acerca del futuro de Revolcadero.

 

 

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