Zitlala vive con intensidad y orgullo la “Pelea de los Xochimilcas”.
Foto: Bernandino Hernández.
HB Deportes
Zitlala, Gro., (5/mar/2019). El municipio de Zitlala, ubicado en la región Centro del estado de Guerrero, es escenario de la tradicional pelea de los Xochimilcas, población nahua de Zitlala, en el conocido “Martes de Carnaval”, en el que los participantes encarnizan fieros combates a puño limpio.
En el encuentro toman parte pobladores adultos, mujeres, jóvenes y niños de esta cabecera municipal y sus comunidades, quienes se dan cita en el centro de la ciudad, con el objetivo de enfrentarse a puño limpio, para rememorar una añeja tradición.
Los participantes lucen coloridos atuendos de mujeres y el rostro cubierto de motivos diversos, máscaras, embozos y algunos sin ocultar su semblante.
La Secretaría de Cultura de Guerrero explicó que cada año, un día previo a la conmemoración católica del “miércoles de ceniza”, la plaza principal de Zitlala se convierte en arena de batalla, en recuerdo de “la Guerra de los Xochimilcas”.
Foto: Bernandino Hernández.
La típica batalla representa una tradición cultural repleta de imágenes, colores, intensidad y orgullo guerrerense.
Foto: Bernandino Hernández.
Al lugar asisten hombres vestidos de mujeres, llamados xochimilcas, quienes de acuerdo a la tradición oral, representa una costumbre en honor y en memoria de los zitlaltecos, quienes defendieron desde tiempos ancestrales (hace alrededor de medio siglo), a sus mujeres, quienes eran raptadas por el grupo xochimilca y sus acompañantes llamados “charramigos”.
Foto: Bernandino Hernández.
Lugareños y visitantes disfrutan de esta sui generis expresión popular y cultural, la cual se desarrolla en el Lugar de las Estrellas (Zitlala se deriva del vocablo náhuatl citlalin, lugar donde abundan las estrellas).
Los adversarios son pobladores de los Barrios de San Mateo y el centro de la ciudad, contra el barrio de San Francisco y la comunidad de Tlaltempanapa.
Foto: Bernandino Hernández.
La pelea de los Xochimilcas tiene sus orígenes en la época prehispánica, de acuerdo a historiadores del municipio, quienes explican que en tiempo de la llegada de los españoles, invasores raptaban doncellas, robaban su producción y pertenencias valiosas a los indígenas, quienes ante esta situación, buscaron una estrategia para defenderse y decidieron disfrazarse de mujeres para atacar al enemigo, con el huipil y sus enaguas.
Foto: Bernandino Hernández.
En años anteriores existió una rivalidad entre los barrios participantes, por lo que nadie podría cruzar la línea, pues si una persona cruzaba a otro barrio era atacado a pedradas.
Actualmente, los combates terminan con un apretón de manos entre los guerreros, pues no quedan rencillas.
Con información de: Secretaría de Cultura de Guerrero.