(2) Acapulqueños olímpicos (2): “Costeñito Morales, el boxeador de Icacos”.
Foto: El costeñito Morales captado en un camión urbano en Acapulco. (7/may/2018).
HB Deportes.
Por: Héctor Briseño.
Con motivo de los Juegos Olímpicos que se conmemoraron en México hace 50 años, del 12 al 27 de octubre de 1968, presentamos el segundo de tres trabajos especiales dedicados a esta justa deportiva, relacionados con los años dorados del olimpismo, el deporte y el turismo en Acapulco.
(2/3). En la segunda entrega recordamos al pugilista Alberto Morales Colón, también conocido como el Costeñito Morales, quien por una decisión de los jueces, se vio marginado de la medalla olímpica de bronce.
Presentamos a continuación una entrevista realizada al Costeñito Morales, miembro del Salón y Museo de la Fama del Deporte Guerrerense, efectuada el 20 de enero de 2016.
Siempre amable, dispuesto a hablar de boxeo y de la colonia Icacos, pero con gran nostalgia por el triunfo que no fue, señalado actualmente como una figura del deporte estatal.
“Ahora sería medallista”, se repite el Costeñito Morales cuando recuerda el 68.
Acapulco, Gro., (20/ene/2016). A casi 48 años de perder el combate que le impidió obtener al menos la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de México en 1968, Alberto Morales Colón, mejor conocido como el Costeñito, hijo pródigo del barrio de Icacos, se dijo orgulloso de su carrera boxística.
Sin dejar a un lado la nostalgia, el Costeñito, quien es miembro del Salón y Museo de la Fama del Deporte Guerrerense, mantiene vigente en su memoria las peleas que le arrebataron los jueces.
La primera que le impidió ganar una presea olímpica, contra el norcoreano de nombre Yong Ju Lee, en los cuartos de final del torneo olímpico de boxeo de los pesos Mosca ligero, en México 68.
La segunda pelea, ante el venezolano Betulio González en Caracas, Venezuela, con quien disputó el título mundial en peso Mosca, en su etapa como boxeador profesional.
¿Y si hubiera ganado?
“Ahora fuera medallista”, se lamenta el Costeñito todavía mientras enseña sus brazos fuertes, muestra de que se mantiene en forma a sus 67 años de edad, corriendo y haciendo pesas en su vivienda, ubicada en la calle 8 de Icacos.
Alberto Morales recalca que “sigo haciendo ejercicio, tuve un gimnasio de box pequeño, sencillito, pero no hubo chamacos con talento”.
El Costeñito lamentó que actualmente el pugilismo carezca de impulso y figuras reales como las de antaño, al expresar: “ya murió aquel boxeo”.
Los recuerdos.
-¿Qué recuerdas de aquellos juegos olímpicos? -Se le pregunta al Costeñito, nacido el 17 de abril de 1948 en el poblado de Tres Palos, en la zona rural de Acapulco.
-Yo gané las dos primeras peleas, contra un italiano y contra un alemán, ya pronosticaban que iba a ser medallista.
-¿Por qué tus rivales te tenían miedo?
-Decían que era muy mañoso, escondía los brazos, daba codazos, eso lo adquieres con la experiencia. -confesó con una sonrisa
-¿Cuál era tu mejor golpe?
-El upper de izquierda, lo tiraba directo a la mandíbula. -Recuerda Alberto Morales mientras dibuja un golpe con el puño izquierdo.
-¿Qué pasó después de que te robaron la medalla?
-Me dediqué al boxeo profesional a partir de 1969, fui campeón nacional peso mosca y número uno durante cinco años, también fui campeón dos veces de Norteamérica.
-¿Qué victoria recuerdas más?
-Cuando le gané al filipino Erbito Salavarria, y con eso gané el derecho a buscar el título del mundo contra Betulio González, pero esa pelea me la robaron.
Alberto Morales, quien sobrevive con una modesta pensión tras trabajar 15 años en el Aeropuerto internacional de Acapulco, recuerda una y otra vez con una mirada nostálgica, pero sin dejar su sonrisa y sus ganas de seguir luchando: “Ahora sería medallista”.
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