“Tenemos futbolistas, nos hace falta padrino”, el reproche en playa de Acapulco.
HB Deportes
Acapulco, Gro., (14/jun/2018). La mañana del segundo domingo de junio presenta nubes oscuras y tormentas intensas.
La inestabilidad de las olas amenaza la engañosa tranquilidad de la orilla de playa en Icacos.
Eso lo saben añejos rivales de arena, quienes aprovechan la baja afluencia turística para estrechar otra vez, la relación que tienen con la pelota.
“¡Tú no popoyote, tú puras caguamas!“, es el reproche de un comerciante, quien se protege de la tormenta bajo una palapa frente al hotel Copacabana, en la zona Dorada, mientras un compañero de ventas intenta infructuosamente dominar el balón en la arena mojada.
“Chacanilla” en acción.
El espectáculo es único, mientras la tormenta tropical Bud exhibe sus cartas, un grupo de tres futbolistas de tierra mojada se embarran de espuma salada para anotar goles de 20 metros producto de la imaginación pura.
Pero no la tienen sencillo, el guardián de la meta, llamado por propios y extraños, comerciantes y prestadores de servicios como “Chacanilla”, se encarga de detener todo.
Ni goles ni olas. Nada entra en la portería que le es encargada, dos postes de madera que incluyen dos tablones en forma de pequeña mesa redonda para colocar bebidas, y como techo dos enramadas, que en esta ocasión no cubren del sol, sino del agua.
El arquero tiene sus seguidores, quienes le espetan: “¡Ponte al tiro Chacanilla que vas a salir en la foto”.
Ni tardo ni perezoso, Chacanilla se esmera en cada jugada, vuela por los aires, detiene las olas, evita los goles, y roba sonrisas de sus tiradores, pero la bola no entra.
“Aquí en tenemos talento, nos hace falta padrino”, sentenció un viejo comerciante de playa, quien no deja alentar a su portero favorito, quien sigue dibujando historias de hazañas bajo la lluvia.