Prodigios de “izquierda” que encendieron fantasías en el estadio Azteca.
Fotos: (13/nov/2015).
HB Deportes
Por: Héctor Briseño.
Acapulco, Gro., (7/jun/2018). Muchas de las hazañas almacenadas en el imaginario colectivo nacional iniciaron con la frase…”va a cerrar en el Azteca”.
Si a ello sumamos el ingrediente que para el futbol representan las palabras “zurda”, “izquierda”, “goles”, “fantasías”, la ensalada está lista para ser servida.
Ironías.
El anuncio reciente del equipo de campaña del candidato de Morena a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, de que el abanderado de la “izquierda” cerrará campaña en el estadio Azteca de la capital del país, destapó inconscientemente el baúl de los recuerdos, las quimeras, las emociones y los sobresaltos.
Porque el futbol está ligado a la política, sí o sí, desde que iniciaron los mundiales en Uruguay 1930.
Los “anti-americanistas” podrán no estar de acuerdo, por representar el “Azteca” sede de las Águilas. Cómo tampoco lo estarán seguramente los seguidores “anti-Amlo”.
Lo cierto es que muchas de grandes exaltaciones vividas en el coloso de Santa Úrsula, surgieron de un portento espontáneo de la izquierda, de una zurda magistral, de la intentona a la siniestra de algún genio o loco incomprendido.
“Cuando el mundo esta al revés, mejor pegarle de zurda, con un bombazo que aturda, y que defina en un gol…” (Extracto canción De Zurda, de Gustavo Santaolalla)
Maravillas con la izquierda en el Azteca.
Este año fue calificado como “el mejor gol de la historia de los mundiales”. Se trata de la bolea en el aire que conectó de izquierda Manuel Negrete el 15 de junio de 1986, ante Bulgaria en los octavos de final en el mundial de México.
Una semana después (22/jun/1986), el argentino Diego Maradona consiguió rematar con broche de zurda una jugada que inició atrás de media cancha de los adversarios; aunque también hubo mano tramposa contra los ingleses ese mismo domingo. ¿Habrá ahora la mano de dios?, pregunta obligada.
El 25 de junio de 1986 fue la misma pierna izquierda de Maradona la que concretó dos anotaciones para dejar atrás a Bélgica en semifinales en el mundial de México.
Giovanni Casillas sentenció el título mundial sub -17 de México ante Uruguay (2-0), con gol de surgido del pie izquierdo, el 10 de julio de 2011, en favor de los verdes.
Hasta el gol de Javier Aguirre que decretó la final de la temporada 83-84, única de la historia entre América y Chivas de Guadalajara (3-1), fue de izquierda, el 10 de junio de 1984.
También hay portentos de derecha, como el gol del “presidente” en el mundial México 70, por el brasileño Carlos Alberto ante Italia; aunque el más bonito, fue una joya surgida de la zurda de Gerson al minuto 66, el 21 de junio de 1970.
“De zurda, de zurda, ¡Vamos a pegarle de zurda!, y celebrar esta fiesta, hasta que salga el campeón; y celebrar esta fiesta, hasta que salga el campeón”. (Extracto canción De Zurda, de Gustavo Santaolalla)
La izquierda en el futbol.
La decisión del equipo de AMLO causó controversias. Uno de tantos debates electorales entre reporteros y reporteras lo ejemplifica:
-¿Por qué AMLO va a cerrar campaña en el estadio Azteca? ¿No es un inmueble de la mafia del poder?
-La mafia del poder no lo dejó en el Zócalo.
-Esa fue la otra mafia del poder, la del PRD. Con esa no ha dialogado.
-Por eso se va al Azteca, qué mejor forma de cerrar campaña en pleno mundial que en un estadio a punto de tirar un penalti.
-Lo va a rentar (el Azteca). El zócalo no se lo prestaron.
-¿En dónde más? El (estadio) Azul es de mala suerte.
El escritor mexicano Juan Villoro publicó en el diario español El País, el 14 de agosto de 2011, en columna titulada “Los izquierdistas del césped”, lo siguiente:
“El estado actual del mundo hace pensar que las canchas de fútbol serán el último refugio para jugar por la izquierda. Esa región es patrimonio del extravagante del equipo, un velocista habilidoso que parece jugar al otro lado del espejo”.
A cerrar campaña en el Azteca.
El 27 de junio de 2018 Andrés Manuel López Obrador cerrará campaña en el estadio Azteca. La historia dirá, cuatro días después, si el escenario generador de ilusiones y fantasía futboleras, originó un triunfo de la izquierda.
Los adjetivos calificativos surgirán años después del imaginario colectivo.