Autoridades de turismo de Guerrero discriminan a medios locales.
HB Noticias
Opinión
Por: Héctor Briseño.
Acapulco, Gro., (12/nov/2017).
Por segundo día consecutivo, autoridades de turismo estatal negaron proporcionar transporte a este reportero, mismo que ellos habían ofrecido, que conste, pues tampoco es su obligación, para cubrir sus actividades en puntos distantes fuera de la bahía de Acapulco, con el argumento de que “no hay lugar en la camioneta”.
Ignoro en verdad si la cuestión es un asunto de espacio, de estatura debido a mi complexión física, o de preferencia por algún medio o comunicador en específico, pero debido a la avería de mi vehículo me ví en la necesidad de recurrir al ofrecimiento de representantes del sector.
De cualquier forma, la actitud de autoridades de turismo de Guerrero con medios locales, contrasta con el trato y los desayunos fastuosos que ofrecen a periodistas nacionales e internacionales, cuyos resultados tangibles siguen en duda, a decir de un buen sector de turisteros, sin mencionar esos costosos viajes intercontinentales a los que asisten un séquito innumerable de funcionarios sin sentido, supuestamente a promover “los destinos” del estado.
Si bien es cierto que solemos hacer una crítica a la promoción turística, también lo es que damos amplia cobertura a las actividades del Fideicomiso de promoción turística de Acapulco y a la Secretaría de Turismo de Guerrero, incluidos sus anuncios y expectativas de “extraordinarias ocupaciones hoteleras”, pues estamos conscientes que debemos aportar en la medida de nuestras posibilidades, nuestro granito de arena para mantener viva una de las principales industrias de las que dependen miles de familias en el estado.
Para muestra un botón…
https://hbdeportes.com/category/economia-turismo/
Mientras que otras notas pueden ser consultadas en el medio en el que laboro, La Jornada Guerrero.
Por otro lado, no me molesta en lo absoluto desplazarme a bordo de armatostes con más de tres décadas de antigüedad, que forman parte de las flotillas de camiones urbanos a los que el gobierno estatal ha mantenido la concesión del servicio público del transporte, pues con todo respeto, una máxima muy personal, es que no puedes considerarte al menos un reportero “aceptable”, si no has depositado tu confianza y tus nalgas en un asiento vibrante de fierro viejo, cómo lo hace la mayoría de la población acapulqueña para trasladarse de un sitio a otro, en una ciudad en la que el transporte público, salvo honrosas excepciones, sigue siendo un caos, y en el que las vialidades simplemente les pertenecen, en pleno 2017.
En esta ocasión, otorgo la razón al compañero periodista acapulqueño Salvador Serna, especializado en temas de turismo, quien expresó: “no somos Pedro Sola, ni Origel ni el burro Van Rankin, ni la revista Hola, ni Caras, ni el Reforma. Ellos vienen en avión con todo pagado”.
Serna recomendó a reporteros locales ubicarse, al señalar que “no somos rating”; y remató: “¡Somos tropa!”.