“¡No veas, no veas!”: el drama de una fractura en el futbol llanero.
HB Deportes
Por: Héctor Briseño.
Acapulco, Gro., (3/sep/2019). El ex futbolista profesional acapulqueño Gregorio García Mercado, sufrió una fractura de tibia y peroné en su pierna derecha el pasado fin de semana (31/ago/2019), cuando jugaba el partido de vuelta de las semifinales de la liga “Diamante” de veteranos, en el campo de futbol de Plan de los Amates.
La lesión le impedirá jugar futbol al menos durante los próximos seis meses. Pero ese no es el mayor problema.
Las fracturas representan uno de los principales temores de los deportistas, pero si en un futbolista profesional se trata de una amenaza a su carrera, para un futbolista llanero o amateur, una rotura representa un verdadero cambio en su forma de vida, la cual afecta su entorno, su trabajo y sus ingresos.
Sin seguro.
A diferencia de los futbolistas profesionales, jugadores llaneros o aficionados no cuentan, en la mayoría de ocasiones, con seguros o alguna cláusula de contrato que le permita una recuperación adecuada, debido a lo cual, el sustento familiar seguramente se verá mermado, en caso de ser una lesión grave.
Fuentes consultadas explicaron que algunas asociaciones de futbol afiliadas al sector aficionado de la Federación Mexicana de Futbol, cuentan con seguro médico para los jugadores, pero no todas las agrupaciones forman parte de la federación, y no todas hacen labor de afiliación para proteger a sus futbolistas.
Una intervención quirúrgica por una fractura puede tener un costo desde los 25 mil hasta los 70 mil pesos en un hospital privado.
“¡No veas, no veas!”.
Goyito García, como le conoce el medio futbolístico local, recordó que jugaba los últimos minutos de la semifinal con Plan-Tuncingo, ante Chopería, cuando una jugada por el centro del campo, en una descolgada para buscar el gol definitivo, un defensivo se barrió sobre su pierna de apoyo.
“Alcancé a sentir el dolor y me desmayé, todavía un compañero de equipo, el guaringo, me dijo: ¡no veas, no veas!; otro se agarró la cabeza con las manos, fue lo que me asustó, el pie me estaba colgando”, relató Gregorio García mientras hacía ademanes sobre una cama de hospital.
Momentos.
A sus 35 años, Gregorio había empezado una rutina para bajar de peso, además de su trabajo como distribuidor de agua embotellada, gana dinero extra jugando en campos llaneros para llevar sustento al hogar.
Ahora, debe cuidarse y no hacer esfuerzo físico, en al menos cuatro meses.
Gregorio García subrayó que tuvo suerte, pues patrocinadores y amistades contribuyeron para que fuera operado el domingo primero de septiembre, unas 12 horas después de sufrir la lesión.
Advirtió que “hay futbolistas llaneros que se quedan hasta cuatro horas afuera de la cancha esperando que los lleven al hospital, luego tienen que esperar varios días a que los operen”.
Resaltó que “el futbol es hermanos, el camillero que me trajo lo conozco porque jugaba futbol conmigo, el doctor que me atendió también, por esa parte estoy muy agradecido”.
El ex jugador de las Mantarrayas y León de Acapulco de la Tercera División profesional, así como Tampico-Madero en la división de ascenso, mencionó que “estoy muy triste, estaba haciendo mucho ejercicio, estaba muy motivado, ahora voy a tener que empezar otra vez de ceros”.
García Mercado relató que “faltaban tres minutos para terminar, pero mi papá tenía mucho que no iba a verme jugar, quería dedicarle un gol, estaba mi esposa y mis hijas, por eso me esforcé en esa jugada, ya teníamos ganado el partido”.
Otros jugadores acapulqueños que han sufrido lesiones en los llanos, son el portero Roberto Mendiola, quien tuvo una fractura en un torneo estatal hace casi 20 años, en Tepecoacuilco; Josué Rentería, quien se lesionó en una jugada en solitario.
En el caso de Gregorio García, jugadores, delegados y aficionados, han integrado una red de ayuda y fue organizado un torneo relámpago, para recabar recursos que ayuden a Goyito a sufragar algunos gastos durante la etapa de rehabilitación.