Testigos de “Pauline” en 1997 instalaron centros de acopio para ayudar a damnificados por sismos.

 

HB Noticias

 

Por: Héctor Briseño.

 

Acapulco, Gro., (21/sep/2017). La solidaridad surgió entre adolescentes y adultos acapulqueños, muchos de ellos, testigos de los estragos que ocasionó el huracán Pauline en este municipio, en octubre de 1997.

Al menos una decena de centros de acopio fueron instalados en diversos puntos de la ciudad, en la avenida costera Miguel Alemán, Universidad, Farallón, afuera de iglesias, entre otros sitios, horas después de ocurrir el sismo del 19 de septiembre de 2017 de 7.1 grados.

 

Testimonios.

En el parque de la Reina, en la zona Tradicional, integrantes de la agrupación Sin Etiquetas, montaron un centro de acopio donde recibieron medicinas, ropa y alimentos para bebé, alimentos enlatados y en general, productos de primera necesidad.

El joven Jesús Eduardo Dillanes, de 27 años de edad, reflexionó que “estamos aquí por empatía, se trata de ponernos en el lugar del otro, solidarizarnos, también a nosotros nos ocurrió y nos tocó recibir ayuda”.

Recordó que “cuando fue el huracán Pauline estaba pequeño, tenía 7 años, vivía por Aquiles Serdán, la primera vez que salimos mi mamá me puso cubre bocas, había capas de lodo, muchas personas que murieron, muchas estaban flotando, muchos se quedaron si casa”.

En este parque se instaló un centro de acopio de la policía Turística; al igual que en el zócalo del puerto, donde fue instalado un puesto de recepción de ayuda por policías federales auxiliados por jóvenes acapulqueños, quienes portaban cartulinas con mensajes de aliento para apoyar a damnificados por lo sismos.

 

Cuando el “Pauline” tenía 10 años.

En el Asta bandera y acceso principal al parque Papagayo se instalaron diversos módulos de acopio de empresas radiodifusoras, voluntarios, DIF Guerrero y estudiantes de la Universidad Tecnológica de Acapulco.

La docente Isabela De la Sancha Flores, señaló que “hay muchas personas que no tienen donde dormir, hay que pensar en ellos, aunque sea un poco que podamos ayudar”.

Recordó que el huracán Pauline, cuando tenía 10 años, provocó que la casa de sus abuelos en La Sabana se inundara y tuvieran que ser rescatados por la ventana.

Mientras que en septiembre de 2013, debido a las tormentas Manuel e Ingrid, familiares que vivían en Puerto Marqués perdieron todas sus pertenencias.

La profesora explicó que la ayuda recolectada será canalizada a través de la Secretaría de Marina.

 

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Nos toca ayudar a nosotros.

Mientras que un grupo de voluntarios se preparaba para viajar a Morelos, después de reunir ropa, víveres enlatados y medicinas.

Omar Martínez Pineda, de 34 años, subrayó que “siempre se ha dicho que en equipo todo se puede lograr”.

Recordó que en 1997 cursaba segundo de primaria y vivía por Pie de la Cuesta, que quedó incomunicado.

Expresó que “a mi colonia llegaron camionetas con botellas de agua, recuerdo que en el panteón había cajas de muerto flotando. Ahora es momento de ayudar, hay muchos voluntarios que quieren participar”.